Han pasado cuadro días, eso si lo sé, lo dice el computador... desde que zarpamos diescinueve embarcaciones, de la base "RGMN" todos al mismo destino, el cual el capitán solo tiene información.
Lo único que sabemos es que tenemos que recolectar minerales y si es necesario "cazar", cosa que ninguno tenia muy claro a que se referían, pero ordenes son ordenes.
Tengo recuerdos vagos de lo que pasó recientemente.
Me acabo de despertar a causa de un ruido, muy fuerte.
Trato de levantarme y apenas puedo mantenerme en pie.
Me recuerda a esas fiestas en la universidad -No puedo creer que piense en eso a estas alturas. !Oh, la mente humana!-.
Me dispongo a salir a los pasillos, el horror de la oscuridad, busco con creciente desesperación el apagador.
Un éxtasis recorre mi cuerpo cuando lo encuentro y me lleno de gozo y disfrute por el dolor en mis ojos que causa la reciente y parpadeante luz del corredor.
El ruido se hace mas fuerte, ahora lo ubico muy bien. quien sea, o lo que sea que cause ese golpeteo tan fuerte, esta en los conductos de ventilación.
Iré por ese hijo de puta y lo acabaré, solo espero, por lo menos, hacerlo rápido y no acabar como los demás... Tengo que advertir de esto al mundo, o por lo menos contárselo a alguien y tomado por loco, regresar con lo que tengo, mis dos tesoros, esas dos perlas que brillan en ese oscuro océano llamado sociedad.
Reacciono y me limpio las lagrimas, debo salir, al diablo con matarlo, tengo que proteger a mi familia y advertirles a todos de lo que se aproxima.
Antes, tengo que agarrar algunos suministros, no se que tan lejos estaré de tierra firme.
Por suerte encontré un tubo de refacción, no me servirá de mucho si llego a toparme con lo que sea que fuera eso, pero siento un poco de seguridad.
No tengo tiempo, no se cuanto estuve inconsciente, y puede que esa cosa tenga planes mayores. Así que corro en dirección a la cubierta lo mas rápido que puedo.
Mientras corro pienso en la misma suerte en que los demás navíos cayeron, los pobres diablos.
Por fin veo luz verdadera, solo tengo que salir, subir a un bote salvavidas y largarme de una vez.
El suelo de la cubierta esta mojado y viscoso, trato de calmarme e ir mas despacio, el sonido de golpeteo ceso, no es buena señal, debió escucharme mientras corría en mi desesperación, miedo y estupidez.
Volteo rogando al cielo para que nada aparezca, gracias a Dios solo veo las luces parpadeantes del corredor.
Me volteo rápidamente y alzo la vista. Está en el mástil.
No puedo decir que sea horrible, es una criatura formidable, de un negro purpura y brillante
Para nada fornido, tiene un tipo de coraza, muy alto, calculo unos dos metros y medio, esta en la punta del mástil para ser exactos, trepado allí, como niño en árbol.
Está jugando conmigo. Para el es un maldito juego.
Empieza a bajar muy lentamente sin dejar de observarme
Por fin reacciono y retomo mi carrera al bote, musitando plegarias suelto las cuerdas de golpe y caigo estruendosamente.
Ahora, gritando, tomo el par de remos con la mirada arriba.
Trato de no hacerlo y sigo remando, tantas sensaciones horribles por mi cabeza. A esa maldita cosa solo le faltaría nadar, y no me sorprendería, pues estaba en la isla, aunque, ya habrían llegado a nosotros desde hacia mucho.
Ya con una distancia aceptable, mire de nuevo y lo que vi, me hizo estremecer de tal manera, que sentí como cada parte de mi cuerpo se sumía a la frialdad del miedo.
Había saltado, salto hacia mi, hacia el bote.
Apenas pude mover los ojos y vi como, con los brazos y garras extendidas caia a mar, llevando se parte del bote consigo.
Cuando desperté, sentí mi cuerpo mojado y vi a tres personas con la cabeza gacha hacia mi y de vez en cuando viendose entre ellos, Me sentí maravillado al ver rostros humanos y sobretodo, vivos.
Escuché al viejo decirle al otro:
- ¿Por que lo has subido? Cualquier cosa es mejor que esto.
- ¿Y dejarlo morir?
- Por lo menos tendría una muerte apacible
Lo comprendí.
Mi encanto no duró mucho, pues la chaqueta del primer hombre ponía: "RGMN".
Lo que me quedaba era alzar la vista y pedir al cielo que no fuera tarde, pedir estar loco, escuchar cosas que no eran las que articulaban.
El cielo por su parte me vislumbró, en aquel mástil, un ángel negro.
Demasiado bueno para sentirlo de verdad, me volvió a enganchar la historia man, sin mas que decir me agrado el ambiente que escogiste!
ResponderEliminar